sábado, 17 de marzo de 2012

Gaza sigue resistiendo


Foto del entrevistado en su cuenta de Facebook
El 27 de diciembre de 2008 Israel bombardeaba más de 50 enclaves de Hamás en Gaza, lo que daba comienzo a la Operación Plomo Fundido, conocido como el ataque más sangriento en la zona desde 1967, que dejó en el camino cerca de 1.300 palestinos muertos, 13 soldados israelíes (por fuego propio), y 4 civiles israelíes, fallecidos todos ellos durante los 25 días que duró la ofensiva sobre el territorio sitiado.
Desde dicha Operación hasta la actualidad han pasado casi 3 años y la situación de Gaza no ha mejorado demasiado.
El pasado 9 de marzo de 2012, varios activistas gazíes comenzaban una campaña informativa en las redes sociales (Facebook y Twitter) para avisar al exterior de que Gaza estaba siendo bombardeada aéreamente por el ejército israelí, información que fue rápidamente contrastada y confirmada con las fotos que llegaban del lugar. El ataque continuó durante 4 días dejando 25 muertos y decenas de heridos. Un ataque iniciado, al parecer, después de que facciones palestinas llevaran a cabo el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí como forma de protesta por el asesinato del líder de la organización político-militar de los Comités de Resistencia Popular y de otro miliciano palestino.
El pasado 12 de marzo, Palestina e Israel, con mediación de Egipto, acordaban una tregua que daba cierto respiro a los ciudadanos de ambas partes. Sin embargo, Israel se la ha saltado en dos ocasiones y Gaza una, esta vez sin muertos, por el momento.
Hablamos a través de Skype con Yaser, un joven palestino que vive en Gaza (y nunca ha tenido la posibilidad de salir de allí debido al control israelí) y que nos cuenta que “ésta no es la primera vez que tiene lugar una agresión por parte del Ejército israelí contra los ciudadanos palestinos. Israel siempre usa armas de grupos internacionales contra nosotros, hace llorar a nuestra gente y quema nuestros cadáveres. Es lo que se ha visto en la última agresión que se prolongó durante días, dejando 25 mártires y más de cien heridos”. “Además”, prosigue, “no podemos describir lo que vivimos todos los días en un lugar que se encuentra bajo estado de sitio y es triturado por Israel. Su Ejército ataca nuestros hogares y ciudades continuamente, es imposible decir lo que sentimos ante eso. Todos los días nos despertamos con el sonido de las bombas israelíes sonando aquí y allí”. Le gustaría que la gente del exterior imaginara “cómo se sienten nuestros niños, especialmente durante la noche, mientras duermen en paz, o durante sus clases en las escuelas cuando las bombas israelíes dan a los edificios. Durante la pasada guerra en Gaza tuvo lugar el bombardeo de la escuela Al Fahoura donde mucha gente, incluidos niños, murieron. Lo nuestro no es únicamente una cuestión de comida o estado de sitio, sino de búsqueda de libertad. Para finalizar comenta que: “Lo que necesitamos es libertad y poner fin al apartheid israelí. No nos sentimos solos porque recibimos la ayuda y el apoyo de nuestros hermanos y amigos del mundo, y tratamos de vivir como ellos, pero algún día nos gustaría sentir que vivimos la misma vida que los demás países libres”.
Lucía El Asri

martes, 13 de marzo de 2012

“No hay razones para que los qataríes se levanten contra su Gobierno, la gente es demasiado rica y está demasiado cómoda”

Foto de Laura Galián

Mehran Kamrava es el director del Center for International and Regional Studies de la School of Foreign Service en la Qatar Georgetown University. El pasado 16 de febrero ofreció una conferencia en Casa Árabe sobre el papel de Qatar en las revoluciones árabes y aprovechamos para que este experto de origen iraní, de apariencia seria pero con actitud encantadora, nos ilustrase sobre el pequeño país cerrado, informativamente hablando, al mundo. Qatar pretende eregirse como actual centro de poder en la región, por delante de Egipto y Arabia Saudí. La conversación, que se desarrolló de forma fluida, estuvo marcada por importantes silencios antes de responder sobre el desenlace de la crisis siria y el futuro del presidente sirio, Bachar Al Assad; y la peculiar forma que utilizó para denominar el sistema político del país árabe: “Qatar es un país dictato…bueno, Qatar es un país no democrático”.


Por Lucía El Asri y Laura Galián